viernes, 24 de octubre de 2008

mas cosas curiosasssssssssssss

sacado del mismo sitio
besosssssssss



Si los que hablan mal de mí supieran exactamente lo que yo pienso de ellos, aún hablarían peor.
Qué desagradable resulta caerle bien a la gente que te cae mal.
Perdone siempre a sus enemigos. Pero nunca olvide sus nombres.
Perdona siempre a tus enemigos. No hay nada que les fastidie más.
Es mucho más fácil perdonar al enemigo una vez que nos hemos desquitado.
Si un amigo te clava un cuchillo por la espalda, desconfía de ese amigo.
Los enemigos te apuñalan por la espalda. Los amigos, de frente.
El que te ofrece marihuana no es tu amigo, es tu hermano.
El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos.
Las únicas personas normales son las que uno no conoce bien.

La amistad es como la mayonesa: Cuesta un huevo y hay que tratar de que no se corte.
No tengas amistad con quien tenga poderosos enemigos.
Los amigos van y vienen, los enemigos se acumulan
Cuando mis amigos son tuertos, los miro de perfil.
Los enemigos son como los radares de la policía, aunque no los veas siempre están ahí.
No temas a los enemigos que atacan, teme a los amigos que te adulan.
Los amigos son como los taxis, cuando hay mal tiempo escasean.
Los animales son buenos amigos, no hacen preguntas y tampoco critican.
Sólo temo a mis enemigos cuando empiezan a tener razón.
El mejor remedio de conservar los amigos, es no pedir ni deberles nada.


Si le debes cinco euros a un amigo, tienes un problema; si le debes dos mil, el problema es de tu amigo.
Nuevos amigos, nuevos dolores.
Todos tenemos algo en común. Nadie tiene muchos amigos.
Si un amigo dice cosas a tu espalda... Es que no le das la cara.
Si quieres tener enemigos, supera a tus amigos. Si quieres tener amigos, deja que tus amigos te superen.
Un aliado es un traidor que espera su hora.
Un buen amigo es aquel que lo sabe todo sobre ti y, a pesar de eso, te quiere.
Cuidado con quien te guiña un ojo, te puede estar apuntando.
No critiques a tus enemigos que a lo mejor aprenden.
He oído hablar tan bien de ti, que creía que estabas muerto.

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