Cataluña entierra a las víctimas del temporal y mantiene la alerta por viento
Barcelona, 26 ene (EFE).- Unas 2.000 personas han asistido en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) al funeral por los cuatro niños muertos el pasado sábado al derrumbarse un pabellón deportivo por el temporal de viento que ha azotado Cataluña y cuyos efectos han provocado que unos 8.000 escolares no hayan podido hoy ir a clase.
El obispo de Sant Feliu de Llobregat, Agustín Cortés, ha oficiado la multitudinaria ceremonia en el polideportivo La Parellada de Sant Boi a la que ha asistido el presidente de la Generalitat, José Montilla; la ministra de Defensa, Carme Chacón, y el conseller de Interior, Joan Saura, en una jornada en la que el Gobierno catalán ha mantenido la alerta por riesgo de vientos de más 120 kilómetros por hora (km/h) en el centro y sur de esta comunidad.
El trágico suceso que dejó conmocionados a los habitantes de esta localidad, se produjo cuando el techo del túnel de bateo del campo béisbol se derrumbó y atrapó a un grupo de personas: los cuatro niños fallecidos, otros siete menores y dos adultos.
Dos de los niños heridos están en la UCI del Hospital de Sant Joan de Déu, otros cuatro han pasado a planta en los hospitales Sant Joan de Déu y Valle Hebrón y uno ha sido dado de alta, mientras que los dos adultos -uno de los cuales ha sido operado de varias fracturas- evolucionan favorablemente, a la vez que hay otras dos personas más ingresadas por las heridas sufridas durante el temporal.
El conseller Joan Saura ha defendido el buen estado del pabellón siniestrado, ha asegurado que el edificio no tenía deficiencias estructurales y que fueron las rachas de viento -que en algunos puntos superaron los 216 km/h- las que provocaron el accidente.
"En este momento la única hipótesis que tenemos es el temporal", ha dicho Saura, para quien, no obstante, sería conveniente que el ayuntamiento hiciera un informe "más amplio y exhaustivo para determinar si hubo algún otro tipo de causa".
Para el presidente de la Asociación catalana de municipios y comarcas y alcalde de Martorell, Salvador Esteve, esta instalación deportiva siniestrada podría haber aguantado otros cincuenta años de no haber sido por el temporal.
Por su parte, la responsable del Área de Estructuras de la Oficina consultora del Colegio de Arquitectos de Cataluña, Mayte Bartrolí, ha asegurado que si los episodios de intenso viento como los del pasado día 24 se hacen habituales será necesario revisar la normativa constructiva para hacerla más segura.
El temporal -que provocó además la muerte de otras tres personas (dos en Abrera y La Palma de Cervelló, en Barcelona, por la caída de árboles, y una mujer aplastada por un muro en la capital catalana) y obligó a los bomberos a realizar 5.403 salidas- se ha dejado notar todavía hoy, aunque el viento ha soplado con mucha menor fuerza.
Unos 8.000 alumnos de 28 centros de educación catalanes no asistido a clase por los desperfectos causados por el viento, de los que una veintena están situados en las comarcas barcelonesas del Baix Llobregat y la Anoia, las más afectadas.
El temporal provocó daños de menor consideración en otros muchos centros que han conseguido reanudar su actividad gracias a las tareas de limpieza y retirada de elementos caídos que se han realizado durante el fin de semana.
Unos 10.000 abonados de diversas urbanizaciones del Baix Llobregat y de poblaciones del litoral y prelitoral han tenido hoy problemas de suministro, aunque sobre las 18:30 horas, los cortes sólo afectaban a unos 5.000 usuarios, de nueve municipios, y según Fecsa-Endesa, los daños en su infraestructura ascienden a 20 millones de euros.
El director general de Protección Civil, Josep Ramon Mora, ha reconocido que la capacidad para hacer frente a fenómenos meteorológicos extraordinarios como el ocurrido este fin de semana se podría mejorar y ha advertido de que en un futuro, y a consecuencia del cambio climático, "nos tendremos que enfrentar" a episodios similares.
Ante el hecho de que la Generalitat activara la fase de emergencia por viento una hora después de que se produjera el hundimiento de la instalación de Sant Boi, Mora ha añadido que se hizo en ese momento porque así lo aconsejaban las circunstancias.
Los alcaldes de los municipios del Baix Llobregat han anunciado que pedirán que se reconozca la "excepcionalidad" de la situación para recibir así ayudas también "excepcionales".
El temporal también se ha dejado notar en municipios de Lleida y Tarragona, incluida la capital tarraconense, donde se han contabilizados daños por valor de 2,5 millones de euros.
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